La aviación comercial se enfrenta al desafío crucial de reducir sus emisiones de CO₂. Con el objetivo de lograr un sector completamente neutro para 2050, se exploran innovaciones como el combustible de aviación sostenible (SAF) y el prometedor hidrógeno verde. 

El SAF, derivado de residuos orgánicos, puede disminuir hasta un 80% de las emisiones en comparación con el queroseno tradicional. Aunque promete mucho, los desafíos en su producción y distribución son significativos. Por otro lado, el hidrógeno verde, que emite solo agua al quemarse, aparece como una solución ideal para la neutralidad climática. 

Empresas líderes como Airbus y Rolls-Royce están investigando activamente el uso de hidrógeno para impulsar los futuros aviones comerciales, planeando tener prototipos en funcionamiento hacia 2035. Este enfoque podría revolucionar la industria, pero requiere importantes inversiones en infraestructura y tecnología. ¿Estamos al borde de una era aérea completamente verde? 

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