Mientras el mundo mira hacia un futuro más verde, el tráfico aéreo se proyecta a más que duplicarse para 2050, planteando un gran desafío para los objetivos climáticos. Un reciente estudio del grupo Transport and Environment ha encendido alarmas en la industria, destacando un aumento previsto del 59% en el consumo de combustible comparado con los niveles de 2019. 

La conferencia anual de la aviación en Dublín se convierte en el escenario donde líderes del sector debaten cómo equilibrar este crecimiento con la urgente necesidad de reducir las emisiones. A pesar de los avances en combustibles de aviación sostenibles (SAF), su adopción es limitada debido a costos elevados y suministro restringido. 

¿Cómo debería responder la industria? Entre propuestas de limitar la expansión de infraestructura aeroportuaria y aumentar los impuestos al sector, el debate está servido. ¿Podrá la aviación moderar su “adicción al crecimiento” y alinearse con los objetivos climáticos sin sacrificar la conectividad global?